Las autoridades medioambientales no se encuentran nada conformes con el
proyecto de construir un puerto exterior adosado al monte Jaizkibel,
como pretende la Autoridad Portuaria de Pasaia. El Ministerio de Medio
Ambiente ha elaborado un documento de alegaciones muy crítico con esta
infraestructura. Los reparos que plantea a la futura dársena cobran
especial relevancia al ser Medio Ambiente quien, en última instancia,
debe aceptar la ejecución de dicha infraestructura o impedirla, como
hizo recientemente al denegar la ampliación del puerto de Tarifa.
El informe ministerial, al que ha tenido acceso EL PAÍS, concluye que el
puerto exterior altera "significativa e irreversiblemente" los Lugares
de Importancia Comunitaria (LIC, un ecosistema protegido) de Jaizkibel y
Ulía y que la operación resulta "insostenible" desde el punto de vista
económico. Y avisa de que, si se libera el puerto interior, estos
terrenos "no pueden patrimonializarse, ni incorporarse a un proceso
urbanizador".
Como colofón, el informe del departamento que encabeza Rosa Aguilar
considera conveniente profundizar en la llamada "Alternativa 2":
mantener el puerto actual, crear la plataforma logística
Lezo-Gaintxurizketa y regenerar el área de La Herrera. Apuesta por esta
solución porque "permite mantener inalteradas las condiciones del
litoral exterior, incide favorablemente en la regeneración de la bahía y
propicia alcanzar un volumen de tráfico compatible con el desarrollo de
la actividad portuaria".
Medio Ambiente deja claro que "el tráfico portuario no parece justificar
en modo alguno la operación" de construir un puerto exterior. Basa esta
afirmación valiéndose precisamente de las previsiones que realiza el
Puerto de Pasaia. Expresa su extrañeza por la pretensión de invertir 765
millones de euros en la dársena exterior para lograr "un incremento
inferior a los dos millones de toneladas anuales". Con el puerto actual y
una plataforma logística, en 2030 se moverían 7,6 millones de
toneladas, mientras que con el puerto exterior, 9,39 millones de
toneladas.
Ante el propósito de la central térmica a la futura dársena, el
ministerio advierte de que la Ley de Costas fija que "no puede haber
rellenos para usos no portuarios" y que quedan denegadas las actividades
energéticas, industriales y similares, "para cuya ubicación pueden
existir alternativas fuera del relleno propuesto".
Los principales reproches contenidos en el informe de la Dirección
General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar van dirigidos a los
impactos que ocasiona la solución elegida por Pasaia. "La alternativa
seleccionada altera significativa e irreversiblemente la naturalidad de
la Zona de Especial Conservación (ZEC)" que forman los LIC Jaizkibel y
Ulía "al introducir un elemento discordante, totalmente artificial, en
la franja litoral: el denominado puerto exterior". Afecta a los valores
"más relevantes" del entorno: "paisaje, geomorfología y biodiversidad
marina, dinámica y procesos litorales, sedimentos del fondo marino,
vegetación y fauna marinas, entre otros".
El informe critica que no se hayan tenido en cuenta las afecciones
ambientales, ni la viabilidad técnica y económica de los accesos al
puerto por carretera y ferrocarril mediante sendos túneles. Y echa en
falta concreción sobre los dragados precisos para construir la
infraestructura.
El ministerio aconseja "verificar" que el plan director no afecta a
especies y hábitats protegidos por la legislación, y recuerda que la
zona donde se pretende construir el puerto exterior "se incluye en el
PSSA" (Áreas marítimas particularmente sensibles) de la OMI
(Organización Marítima Internacional) de las Naciones Unidas, que
califica el litoral del Jaizkibel como "un área que requiere una
especial protección por sus valores ecológicos, socioeconómicos o
científicos y que es especialmente vulnerable a las actividades
marítimas".
En su parte final, el documento concluye que el análisis económico
financiero que el propio Puerto de Pasaia ha incluido en su plan
director de infraestructuras "pone de manifiesto la insostenibilidad,
sin aportaciones externas, de la operación", incluso contabilizando los
ingresos procedentes del negocio que generaría la regasificadora
prevista. Es crítico porque Pasaia no ha contemplado siquiera el coste
de las medidas preventivas y correctoras, ni de los accesos viarios a la
dársena exterior.
Este informe se suma al entregado por la Dirección de Biodiversidad del
Gobierno vasco, también muy crítico con el puerto exterior, y que, entre
otras consideraciones negativas, subraya que la futura dársena afecta a
elementos "clave" del ecosistema, por lo que su construcción en las
faldas del Jaizkibel solo podría justificarse alegando raznes
relacionadas con "la salud humana y la seguridad pública", siempre
"previa consulta a la Comisión Europea".
La regeneración de la bahía es incompleta
Todos los informes de las autoridades medioambientales vienen a decir lo
mismo. Coinciden en que la Autoridad Portuaria de Pasaia deja en un
segundo plano la regeneración integral de la bahía y da prevalencia a su
principal pretensión: construir el puerto exterior. Así lo expresa
también el Ministerio de Medio Ambiente. Cuestiona a la dirección del
puerto por dedicar tantos detalles a plasmar las nuevas instalaciones y,
en cambio, ofrece un listado insuficiente de medidas para corregir los
destrozos ambientales que provocaría el puerto exterior. Tampoco
entiende las razones por las cuales no se han incluido las medidas
correctoras en la bahía.
La Dirección General de Sostenibilidad de la Costa llega a enumerar
hasta un total de siete soluciones para mejorar el entorno portuario,
las zonas que se encuentran más próximas a los vecinos. La primera tarea
consistiría en "recuperar los espacios terrestres del frente litoral de
la bahía", con la "apertura al público y al tránsito peatonal de toda
la ribera marítimo-terrestre de la bahía". También propone la
"recuperación ambiental de la lámina de agua", mediante la retirada de
rellenos, recuperación de fondos y regeneración de playas y marismas. En
tercer lugar, plantea recuperar el entorno de la zona portuaria, como
los tramos finales de la ría de Oiartzun o la regata de Molinao.
El ministerio dedica especial atención a que "no consta mención alguna"
en el Informe de Sostenibilidad de Pasaia sobre la zona de transición
entre el acabado del relleno de la nueva dársena y el LIC del Jaizkibel.
En este mismo apartado, Medio Ambiente amonesta a la Autoridad Portuaria
por incluir en sus planes la posibilidad de utilizar arena de algunas
playas para hacer el relleno de la futura infraestructura. "De
producirse la ampliación, debe plantearse de manera que no se utilice la
arena como material de relleno, sino que sea extraída y depositada,
bien en tierra o en mar, para su posterior reutilización en la
regeneración de playas o para las medidas correctoras o compensatorias
que se determinen", asegura el ministerio en esta parte el informe.
Las cinco soluciones planteadas
- "Alternativa 0". También denominada "No intervención". Se
mantiene la configuración operativa del puerto actual y se construye una
plataforma logística portuaria en el corredor logístico
Lezo-Gaintxurizketa.
- "Alternativa 1". Colaboración con otros puertos. Se desvían los
tráficos de chatarra y productos siderúrgicos a instalaciones cercanas
(Bilbao o Bayona), al tiempo que se complementa con una plataforma
logística (puerto seco) en el corredor Lezo-Gaintxurizketa.
- "Alternativa 2". El puerto actual se mantiene y se crea una
infraestructura logística en la zona de Lezo-Gaintxurizketa. La Herrera
se desafecta del ámbito portuari0 y se regenera tanto ambiental como
urbanísticamente.
- "Alternativa 3". Nuevo puerto con una superficie terestre de
172 hectáreas en el litoral del Jaizkibel y al que se trasladan todos
los tráficos comerciales actuales.
- "Alternativa 4".Configuración optimizada del nuevo puerto con
una superficie terrestre establecida en 100 hectáreas. Recibe toda la
actividad portuaria de las actuales instalaciones.